«Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que
hace impuro al hombre. El que tenga oídos para oír, que oiga» Mc 7,15-16.
«Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que
hace impuro al hombre. El que tenga oídos para oír, que oiga» Mc 7,15-16.