«¿Qué tiene su palabra? Da órdenes con autoridad y poder a los espíritus impuros, y salen». Y su fama se extendió por todos los lugares de la región Lc 4,36-37.

«El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas» Mt 13,31-32.

«Escúchenme todos y entiendan: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre». Mc 7,14-15.

«Muy bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra al banquete de tu Señor» Mt 25,21.23.

«Por tanto, estén preparados, porque no saben el día ni la hora» Mt 25,13.

«Por eso, estén también ustedes preparados, porque a la hora que menos piensen, vendrá el Hijo del hombre» Mt 24,44.

«Ustedes ya están limpios por la palabra que les he anunciado. Permanezcan en mí como yo permanezco en ustedes» Jn 15,3-4.

«En verdad les digo que ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre» Jn 1,51.

«Quien jura por el altar jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el Templo, jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él» Mt 23,20-22.

Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?». Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios». Jn 6,67-69.