«Cuando te dirijas al tribunal con tu adversario, haz lo posible por llegar a un acuerdo con
él, mientras van de camino; no sea que te lleve ante el juez y el juez te entregue al guardia
y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el
último céntimo» Lc 12, 58-59.