LECTIO DIVINA DEL LUNES DE LA SEMANA 4 DE ADVIENTO– CICLO A
«A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban» Lc 1, 57-58.
Oración inicial
Santo Espíritu de Dios, Amor del Padre y del Hijo, ilumínanos con tus dones para que podamos comprender los tesoros de la sabiduría que Jesús nos quiere revelar en este día. Otórganos la gracia para meditar los misterios de la Palabra y revélanos sus más íntimos secretos.
Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Ave María Purísima, sin pecado concebida.
- Lectura
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 57-66
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan». Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así». Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Todos quedaron extrañados. Inmediatamente recuperó el habla y empezó a bendecir a Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que la oían la grababan en su corazón diciéndose: «¿Qué llegará a ser este niño?». Porque la mano del Señor estaba con él.
Palabra del Señor.
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Desde el martes 17 iniciamos el período de las “ferias privilegiadas” de Adviento que nos permiten prepararnos de manera especial para la Navidad.
Hoy meditamos el nacimiento de Juan Bautista, concebido por intervención de Dios Padre y a quien el mismo Dios le dio el nombre de Juan que significa “Dios ha tenido compasión”.
Juan Bautista será la voz que anuncie la llegada del Salvador, será una misión distinta a la de su padre Zacarías. Será “el profeta del Altísimo porque irá delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados”.
- Meditación
Queridos hermanos: ¿cuál es el mensaje que Jesús nos transmite el día de hoy a través de su Palabra?
Muchas veces nosotros, al igual que Zacarías e Isabel, tenemos nuestros propios planes personales y familiares, y estamos acostumbrados a ciertos patrones de pensamiento y de acción; incluso, para nuestros hijos. Sin embargo, si abrimos los corazones con la ayuda del Espíritu Santo, nuestro espíritu y mente buscarán y comprenderán la voluntad de Dios en nuestras vidas y seremos capaces de percibir y ver la mano de Dios que nos conduce y acompaña en el cotidiano caminar.
La lógica divina supera toda capacidad de entendimiento humano y sus mecanismos de acción son muy variados; pero su acción se reconoce con la meditación de la Palabra y la oración constante. Y, aunque algunas veces no estemos de acuerdo con sus designios, el Espíritu Santo nos auxilia y nos ayuda a dominar las pasiones humanas y a comprender la voluntad de Dios.
Hermanos: meditando la lectura de hoy, respondamos: ¿Meditamos nuestras acciones cotidianas a la luz de la Palabra y del Espíritu Santo o seguimos exclusivamente nuestra lógica humana? ¿Reconocemos la mano de Dios en nuestra vida?
Hermanos, que las respuestas a estas preguntas nos ayuden a reconocer la acción divina en nuestras vidas, en especial, en las decisiones trascendentes; para así, seguir siempre las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo. Sigamos preparándonos para recibir a Nuestro Señor Jesucristo en esta Navidad con la disposición de servirle y amarle toda nuestra vida.
¡Jesús nos ama!
- Oración
Padre eterno, estando ya próximo el aniversario del nacimiento de tu Hijo en carne mortal, te pedimos nos hagas sentir la abundancia de tu amor, que lo hizo encarnarse en el seno de la Virgen María y habitar entre nosotros.
Amado Jesús, que tu nombre se anuncie hasta los confines de la tierra y te rogamos que te manifiestes a todos los que no te conocen para que vean tu salvación.
Amado Jesús, tú que viniste a la humanidad asumiendo nuestra humilde condición humana y vendrás de nuevo a juzgar al mundo, otorga el premio eterno a los difuntos.
Madre Santísima, Mansión de la divinidad inundada por el Espíritu Santo, te agradecemos por acoger en tu seno al Hijo de Dios y te pedimos que intercedas ante la Santísima Trinidad por nuestras peticiones. Amén.
- Contemplación y acción
Hermanos: contemplemos a Nuestro Señor Jesucristo, a través de un escrito de Orígenes:
«El nacimiento de Juan Bautista está rodeado de prodigios. Un arcángel anunció el advenimiento de Nuestro Señor y Salvador Jesús; del mismo modo, un arcángel anuncia el nacimiento de Juan y dice: “Quedará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre”.
El pueblo judío no vio que el Señor obraba signos y prodigios y curaba sus enfermedades, pero Juan exulta de gozo en el seno materno. No se lo puede retener, y al llegar la madre de Jesús, el niño salta y quiere salir ya del seno de Isabel. “En cuanto oí tu saludo, el niño empezó a dar saltos de alegría en mi seno”. Estando todavía en el seno materno, Juan recibe el Espíritu Santo …
Por mi parte, pienso que el misterio de Juan se está cumpliendo en el mundo hasta el día de hoy. Todo el que esté destinado a creer en Cristo Jesús tiene que recibir antes el espíritu y el poder de Juan para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto; asimismo, tendrá que allanar los caminos y rebajar toda montaña o colinas en las asperezas del corazón. No era solo en aquellos tiempos cuando “los senderos eran allanados ni rebajadas las montañas”, sino que también hoy el espíritu y el poder de Juan preceden el advenimiento del Señor y Salvador. ¡Oh grandeza del misterio del Señor y sus designios sobre el mundo!».
Hermanos: en este maravilloso tiempo de Adviento, hagamos el firme compromiso de buscar siempre la voluntad de Dios a través de la Palabra y de la invocación al Espíritu Santo. Ayudemos a nuestros hermanos, hijos, familiares, amigos y a cualquier persona, a acercarse a la fuente inagotable del amor y de la misericordia que es Nuestro Señor Jesucristo.
Busquemos siempre la voluntad divina, acudamos a la Palabra, al Santísimo Sacramento; y si las dudas nos invaden, tengamos cerca a un asesor espiritual para que, en el Santísimo Nombre de Jesús, nos ayude a aclarar el camino.
Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.
Oración final
Gracias Señor Jesús por tu Palabra de vida eterna.
Que el Espíritu Santo nos ilumine para que tu palabra penetre a lo más profundo de nuestras almas y se convierta en acción.
Dios glorioso, escucha nuestra oración, bendito seas por los siglos de los siglos.
Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Amén.