JUEVES DE LA SEMANA X DE TIEMPO ORDINARIO – CICLO A

LECTIO DIVINA DEL JUEVES DE LA SEMANA X DE TIEMPO ORDINARIO – CICLO A

MEMORIA OBLIGATORIA DE SAN BERBABÉ, APÓSTOL

«Lo que han recibido gratis, denlo gratis». Mt 10, 8.

Oración inicial

Santo Espíritu de Dios, Amor del Padre y del Hijo, ilumínanos con tus dones para que podamos comprender los tesoros de la sabiduría que Jesús nos quiere revelar en este día. Otórganos la gracia para meditar los misterios de la Palabra y revélanos sus más íntimos secretos.

Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Ave María Purísima, sin pecado concebida.

  1. Lectura

Lectura del santo evangelio según san Mateo 10, 7-13

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: «Por el camino, proclamen que el reino de los cielos está cerca. Curen enfermos, resuciten muertos, purifiquen leprosos, expulsen demonios. Lo que han recibido gratis, denlo gratis. No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.

Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes».

Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

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Hoy celebramos la memoria obligatoria de san Bernabé, apóstol y mártir. Su verdadero nombre era José, pero se le apodaba Bernabé, que significa “hijo de la consolación”. No era uno de los doce, pero se le llama apóstol porque cumplió un rol decisivo en la difusión del Evangelio.

Era natural de Chipre, su actividad apostólica es narrada en los Hechos de los Apóstoles. Acompañó a Pablo en algunas misiones y se caracterizó por la perseverancia en su apostolado. Murió mártir entre los años 60 y 61 y se le atribuye haber sido el primer obispo de Milán.

El texto de hoy pertenece al segundo discurso de Jesús en el evangelio de Mateo, ubicado en el capítulo 10, denominado “Discurso misionero de Jesús o discurso de la misión de los apóstoles”.

En el pasaje de hoy, Jesús señala claramente la misión de sus discípulos, así como las actitudes y las características para perseverar en la gracia de Dios cuando anuncien su Palabra.

Jesús ordena a sus discípulos que quiten todas las impurezas del cuerpo y del alma de las personas, y que todo lo hagan gratuitamente, porque esos dones los han recibido gratis. Así mismo, deben ser portadores y dadores de la paz del Señor, renunciar a los bienes materiales, vestirse como Jesucristo y aceptar la hospitalidad.

  1. Meditación

Queridos hermanos: ¿cuál es el mensaje que Jesús nos transmite el día de hoy a través de su Palabra?

El poder, las gracias y el amor de Nuestro Señor Jesucristo se transmite íntegramente a sus discípulos, quienes empiezan a ser semejantes a Jesús, adquiriendo, en su humanidad, la gratuidad de los dones divinos.

Estas gracias se extienden en la actualidad a todos los discípulos del Señor, según la voluntad del Espíritu Santo. Por ello, todos los dones que hemos recibido de Dios, debemos ejercitarlos y brindarlos gratuitamente a nuestros hermanos, en el Nombre de Dios. Es un llamado a la gratuidad del método misionero que siguió Nuestro Señor Jesucristo y que nos recomienda seguir a todos.

Un detalle importante en el texto de hoy es la frase en la que Jesús dice “curen enfermos, purifiquen leprosos”; esta expresión aplicada a nuestros tiempos está referida a acoger y curar las heridas espirituales y corporales de las personas excluidas y marginadas de nuestras sociedades.

Hermanos: adicionalmente, será muy importante que reflexionemos también con el siguiente fragmento de Basilio de Cesarea:

«Pertenece al hambriento el pan que guardas en tu cocina. Al hombre desnudo, el manto que está en tu armario. Al que no tiene zapatos, el par que se estropea en tu casa. Al hombre que no tiene dinero, el que tienes escondido. Los juguetes que rompes son los juguetes de los niños desheredados; el alimento que malgastas es el alimento del que está desnutrido; los utensilios que tiras son los utensilios de quien no tiene casa; las obras de caridad que no haces son otras tantas injusticias que no debes cometer».

Hermanos, meditando el pasaje evangélico del día de hoy, respondamos: ¿Cómo aplico las instrucciones de Jesús en nuestro seguimiento a Dios? ¿Desplegamos gratuitamente los dones que Dios nos ha dado?

Que las respuestas a estas preguntas nos ayuden a seguir a Jesús con una mayor fe y pureza, comprendiendo plenamente que el verdadero discípulo es aquel que goza con dar sin esperar nada a cambio.

¡Jesús nos ama!

  1. Oración

Santísima Trinidad: fortalece a los sacerdotes, consagrados y consagradas para que sean fieles a tu llamado a proclamar la Palabra y a acercar a todas las personas a tu amor misericordioso.

Amado Jesús, tú que has traído tu reino a nosotros, intercede ante Dios Padre para que seamos fortalecidos con el Espíritu Santo, para glorificarte en todas las circunstancias de nuestras vidas.

Aquí estamos amado Jesús, envíanos.

Madre Santísima, Madre de la Divina Gracia, intercede ante la Santísima Trinidad por nuestras peticiones. Amén.

  1. Contemplación y acción

Hermanos: contemplemos a Nuestro Señor Jesucristo con la lectura una parte de la Carta de Bernabé:

«Como quiera, pues, que estoy convencido y siento íntimamente que, habiéndoos dirigido muchas veces mi palabra, sé que anduvo conmigo el Señor en el camino de la justicia, y me veo también yo forzado a amaros más que a mi propia vida, pues grande es la fe y la caridad que habita en vosotros “por la esperanza de su vida”. Considerando, digo, que de tomarme yo algún cuidado sobre vosotros para comunicaros alguna parte de lo mismo que yo he recibido, no ha de faltarme la recompensa por el servicio prestado a espíritus como los vuestros, por ello, me he apresurado a escribiros brevemente, a fin de que, juntamente con vuestra fe, tengáis perfecto conocimiento.

Ahora bien, tres son los decretos del Señor: la esperanza de la vida, que es principio y fin del juicio; el amor de la alegría y regocijo, que son el testimonio de las obras de la justicia. En efecto, el Dueño, por medio de sus profetas, nos dio a conocer lo pasado y lo presente y nos anticipó las primicias del goce de lo por venir. Y pues vemos que una tras otra se cumplen las cosas como él les dijo, deber nuestro es adelantar, con más generoso y levantado espíritu, en su temor».

Queridos hermanos: meditemos las instrucciones que Jesús dio a sus discípulos y pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a discernir sobre cómo servir a Nuestro Dios, empleando los dones que Él nos ha otorgado gratuitamente.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Oración final

Gracias Señor Jesús por tu Palabra de vida eterna.

Que el Espíritu Santo nos ilumine para que tu palabra penetre a lo más profundo de nuestras almas y se convierta en acción.

Dios glorioso, escucha nuestra oración, bendito seas por los siglos de los siglos.

Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Amén.