MIERCOLES DE LA TERCERA SEMANA DE CUARESMA – CICLO C

LECTIO DIVINA DEL MIÉRCOLES DE LA TERCERA SEMANA DE CUARESMA – CICLO C

 

Oración inicial

Santo Espíritu de Dios, Amor del Padre y del Hijo, ilumínanos con tu sabiduría para que podamos comprender el mensaje que Jesús nos quiere comunicar en este día.

Espíritu Santo, otórganos la gracia para que la Palabra sea nuestra escuela de vida.

Madre Santísima intercede ante tu hijo Jesucristo por nuestra petición. Ave María Purísima, sin pecado concebida.

 

  1. Lectura

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 17-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No crean que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Les aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley.

El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.»

Palabra del Señor.

 

 

 

 

 

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Este texto del Evangelio de San Mateo forma parte del Sermón de la Montaña. Se ubica después de la siguiente secuencia: las bienaventuranzas y de las características esenciales que deben tener los discípulos de Jesús, que es, ser sal y luz para el mundo.

La lectura de hoy, en Mateo 5, versículos del 17 al 20, integra un texto en el que, desde el versículo 17 hasta el 48, Jesús interpreta y explica la Ley de Dios, la Torá.

En el pasaje del día, Jesús señala claramente que no ha venido a abolir la Ley y los profetas, sino a darle cumplimiento y plenitud.

  • Cumplimiento porque Jesús está prefigurado en el Antiguo Testamento y cumplió todo lo que estaba escrito sobre Él en la Ley y los profetas. Su vida, enseñanzas y su pasión, muerte y resurrección forman parte de dicho cumplimiento.
  • Jesús le da plenitud, porque la Ley va más allá del cumplimiento de los diez mandamientos de Moisés; Jesús lleva la Ley al extremo radical del amor, rompiendo todos los esquemas humanos, proclamando el amor a través del perdón, de la entrega total a Dios mediante el servicio a los demás, señalando que el poder está en el servicio. Por ello, Jesús interpreta el verdadero sentido de algunos pasajes del Antiguo Testamento, adiciona enseñanzas y revelaciones, y perfecciona la Ley.

Jesús es claro cuando afirma que quebrante uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.

 

 

 

 

  1. Meditación

Queridos hermanos: ¿cuál es el mensaje que Jesús nos transmite el día de hoy a través de su Palabra?

El cumplimiento de los diez mandamientos de Moisés no es suficiente para alcanzar la plenitud que Jesús desea para nosotros; ir más allá de la Ley implica estar dispuestos a abrir nuestro corazón para que nuestro comportamiento sea el reflejo del sentido profundo del amor misericordioso de Jesús, quien, a pesar de su condición divina, tomó nuestra humilde condición humana, para ser Él mismo quien, con su vida, nos enseñe a amar.

Ello implica servir a Dios a través de nuestros hermanos, saber perdonar a nuestro prójimo, unirnos a Dios a través de la confesión y la Eucaristía, así como realizar obras de misericordia que nos acerquen más a la Santísima Trinidad.

Involucra también estar más atento a lo que ocurre alrededor nuestro, siempre a la luz de la Palabra. Por ejemplo, las sociedades actuales han institucionalizado y legalizado la violencia basándose en tradiciones que promueven la violencia en nombre del honor humano. Así mismo, dicha violencia, en sus diferentes manifestaciones, es ejercida sobre las personas más débiles y vulnerables, como los bebés en gestación, los niños, los ancianos, los inmigrantes, las personas que sufren cualquier tipo de carencia y que no pueden defenderse. Ante esta situación, Jesús propone un llamado revolucionario al amor, resaltando el valor sagrado que tiene la persona humana.

Haciendo silencio en nuestro corazón, respondamos: ¿Qué obras de misericordia hacemos para resaltar el valor sagrado que la persona tiene a los ojos de Dios?

Que la respuesta a esta pregunta permita acercarnos a la plenitud del amor que Nuestro Señor Jesucristo desea para nosotros.

 

  1. Oración

Padre Eterno, que, a través de tu hijo, nos revelaste la plenitud de tu amor y diste cumplimiento a la Ley, envíanos la fuerza de tu Santo Espíritu para que transforme nuestros corazones y seamos testigos y partícipes de la plenitud del amor que Jesús nos transmite y entrega.

Padre Eterno, que nuestra participación en la Eucaristía y en su alimento santo sean fuente de gracia para realizar obras de misericordia y de defensa en favor de las personas más débiles y vulnerables.

Madre Santísima, Madre de la Divina Gracia, intercede ante la Santísima Trinidad por nuestras peticiones. Amén.

 

 

 

 

  1. Contemplación y acción

Señor Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, que diste cumplimiento y plenitud a la Ley, al asumir nuestra humilde condición humana, glorifícate en nuestras vidas que están dispuestas a seguirte. Sabemos que no es fácil, pero contigo, con el Santo Espíritu y con el amor de Dios Padre, todo lo bueno es posible; estamos dispuestos, Señor.

Señor Jesucristo, tú que das sentido a nuestras vidas, ayúdanos el día de hoy a dar testimonio de ti en todas nuestras acciones, pensamientos, palabras, gestos; que, al realizar obras de misericordia, lo hagamos pensando y teniéndote en nuestro corazón, amado Jesús.

 

Oración final

Gracias Señor Jesús por tu Palabra de vida eterna.

Que el Espíritu Santo nos ilumine para que tu palabra penetre a lo más profundo de nuestras almas y se convierta en acción.

Dios glorioso, escucha nuestra oración, bendito seas por los siglos de los siglos.

Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición.

Amén.