VIERNES DE LA SÉPTIMA SEMANA DE PASCUA DE RESURRECCIÓN – CICLO C

LECTIO DIVINA DEL VIERNES DE LA SÉPTIMA SEMANA DE PASCUA DE RESURRECCIÓN – CICLO C

Oración inicial

Santo Espíritu de Dios, Amor del Padre y del Hijo, ilumínanos con tu sabiduría para que podamos comprender el mensaje que Jesús nos quiere comunicar en este día.

Espíritu Santo, otórganos la gracia para que la Palabra sea nuestra escuela de vida.

Madre Santísima intercede ante tu hijo Jesucristo por nuestra petición. Ave María Purísima, sin pecado concebida.

  1. Lectura

Lectura del santo evangelio según san Juan 21, 15-19

Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, dice a Simón Pedro: «Simón hijo de Juan, ¿me amas más que a éstos?». Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis corderos.» Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Él le dice: «Pastorea mis ovejas». Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?». Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras». Esto lo dijo aludiendo a la muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme».

Palabra del Señor.

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Los pasajes evangélicos de hoy y de mañana narran el último encuentro de Jesús con sus discípulos. La lectura de hoy es conocida como la “misión de Pedro” y está referida totalmente a Simón Pedro; en ella, Jesús se acerca cariñosamente a Pedro y le pregunta tres veces si lo ama, con la intención de confiarle el cuidado del rebaño, como si las tres confesiones de Pedro fueran las respuestas a su triple negación.

Jesús, el buen pastor, entrega su rebaño a un pastor que reconoce la sabiduría de su Maestro y, aunque su amor es imperfecto y lo negó tres veces, recibe la comunidad para cuidarla, protegerla y transmitirle el amor de Nuestro Señor Jesucristo.

Jesús insiste en la condición fundamental del amor para confiar el rebaño a Pedro; pero también, Jesús le anuncia a Pedro que, luego de su labor de pastor, entregará su vida por Él. La profecía de Jesús se cumple cuando Nerón lo ata a Pedro, cabeza abajo, ya que Pedro no se consideró digno de morir como Jesús.

  1. Meditación

Queridos hermanos: ¿cuál es el mensaje que Jesús nos transmite el día de hoy a través de su Palabra?

Hermanos: Jesús nos dice que el amor es esencial para seguirle de verdad y solo el que ama puede dirigir el rebaño.

Hermanos, meditemos: si Jesús nos preguntara ¿Me aman? ¿Cuál sería nuestra respuesta?

Hermanos: ¿cuál es la medida del amor que sentimos por Jesús?

Que esta meditación permita que nuestra amistad con Jesús se convierta en amor, acercándonos al amor con el que Él nos amó y nos ama.

  1. Oración

Jesús, te amamos, pero tal vez nuestro amor es muy imperfecto, otórganos la gracia de amarte a través de las personas más necesitadas espiritual y materialmente, así como a través de nuestras familias, compañeros de trabajo, hermanos de comunidad, conciudadanos y de cualquier persona.

Amado Jesús, danos las fuerzas para que, como padres, como madres, como profesores, como dirigentes, seamos capaces de conducir, con tu amor, a nuestras familias, a nuestros alumnos y a las personas que nos has confiado por pura gracia tuya.

Santísima Trinidad: te pedimos que protejas a todos los pastores de la Iglesia y los consagres totalmente a la evangelización de la humanidad.

Madre Santísima, esposa virginal del Espíritu Santo, intercede ante la Santísima Trinidad por nuestras peticiones. Amén.

  1. Contemplación y acción

Contemplemos a la Santísima Trinidad con la lectura de una parte del salmo 102:

«Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice alma mía al Señor, y no olvides sus beneficios.

Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieles; como dista el oriente del ocaso, se alejan de nosotros nuestros delitos.

El Señor puso en el cielo su trono, su soberanía gobierna el universo. Bendigan al Señor, ángeles suyos, poderosos ejecutores de sus órdenes».

Hermanos: a pocos días de la solemnidad de Pentecostés, seamos conscientes de que el examen de amor que Jesús le hace a Pedro se extiende también a nosotros. Por ello, tengamos siempre presente en nuestro corazón el mandamiento del amor de Jesús, según San Mateo, capítulo 22, versículos del 36 al 40: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente. Este es el primero y más grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Amemos, que el amor glorifica a Dios.

Oración final

Gracias Señor Jesús por tu Palabra de vida eterna.

Que el Espíritu Santo nos ilumine para que tu palabra penetre a lo más profundo de nuestras almas y se convierta en acción.

Dios glorioso, escucha nuestra oración, bendito seas por los siglos de los siglos.

Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Amén.