LECTIO DIVINA DEL VIERNES DE LA SEMANA X DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C
Oración inicial
Santo Espíritu de Dios, Amor del Padre y del Hijo, ilumínanos con tu sabiduría para que podamos comprender el mensaje que Jesús nos quiere comunicar en este día.
Espíritu Santo, otórganos la gracia para que la Palabra sea nuestra escuela de vida.
Madre Santísima intercede ante tu hijo Jesucristo por nuestra petición. Ave María Purísima, sin pecado concebida.
- Lectura
Lectura del santo evangelio según san Mateo, 5, 27-32
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Han oído ustedes que se dijo “no cometerás adulterio”. Pero yo les digo: el que mira a una mujer y la desea, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho te hace caer en pecado, córtatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno. Si tu mano derecha te hace caer en pecado, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno.
Está mandado: “El que se separe de su mujer, que le dé acta de divorcio”. Pues yo les digo: El que se divorcie de su mujer, salvo en caso de unión ilegítima, la expone al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio».
Palabra del Señor.
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En el Evangelio de San Mateo se identifican cinco grandes discursos de Jesús, los cuales son: el Sermón de la montaña, ubicado entre los capítulos 5 y 7; las instrucciones para la misión apostólica, que se encuentran en el capítulo 10; las parábolas del reino de Dios, en el capítulo 13; el discurso eclesiástico, en el capítulo 18 y el discurso escatológico que se ubica en el capítulo 24.
La lectura del día de hoy forma parte del Sermón de la Montaña de Jesús, que seguiremos meditando los próximos días. El sermón de la montaña se inicia con las bienaventuranzas, luego continúa con la imagen de sal y luz de los apóstoles, las expresiones de Jesús sobre el cumplimiento de la Ley, luego Jesús se refiere al tratamiento de la ofensa, hasta llegar al pasaje de hoy, en el que Jesús habla sobre el adulterio y el divorcio. Posteriormente, Jesús se expresa sobre los juramentos y la venganza.
En el texto de hoy, Jesús se refiere claramente a la fidelidad que debe existir en el matrimonio y lo hace con claridad y exigencia; señala que, tanto el hombre como la mujer, deben mantener una fidelidad mutua, inclusive hasta en el pensamiento. Jesús detalla la exigencia de este mandamiento con la expresión siguiente: “Si tu ojo derecho te hace caer en pecado, córtatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno. Si tu mano derecha te hace caer en pecado, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno”.
- Meditación
Queridos hermanos: ¿cuál es el mensaje que Jesús nos transmite el día de hoy a través de su Palabra?
La lectura de hoy, que forma parte del Sermón de la Montaña, trata sobre la exigencia de la fidelidad mutua en el matrimonio y tiene como objetivo central acercarnos a la perfección del amor que Jesús menciona en Mateo, capítulo 5, versículo 48: «Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial», lo cual es válido para todos los mandamientos.
La total honestidad y transparencia es fundamental en el matrimonio; especialmente, en un mundo alejado de Dios, que tergiversa los fundamentos de la familia cristiana, contaminándola con la promoción de uniones matrimoniales pasajeras, tal como lo podemos apreciar en los medios de comunicación. Así mismo, el ataque a la familia es mayor a través de todos los mecanismos que han puesto en funcionamiento quienes promueven la ideología de género.
Hermanos, meditando el pasaje evangélico del día de hoy, respondamos: ¿Podemos vivir con honestidad nuestra relación matrimonial? ¿Somos conscientes de los ataques que sufre la familia cristiana y qué hacemos para defenderla?
Que las respuestas a estas preguntas nos ayuden a vivir en sintonía con los mandamientos del Señor, venciendo las tendencias egoístas que nos separan de nuestro prójimo y de Dios.
¡Jesús nos ama!
- Oración
Amado Jesús, te pedimos por todas las parejas que han decidido unirse en matrimonio, para que puedan perseverar en el amor, siendo fieles a tus mandamientos.
Amado Jesús, Tú que estás presente en medio de todos, concédeles a los esposos la oportunidad de ser misericordiosos en sus familias.
Santísima Trinidad: Tú que defiendes la grandeza y dignidad divina de la familia, fortalece con tu amor, dones y misericordia a todas las familias cristianas que son objeto de ataques por parte del mundo.
San José, modelo ejemplar de padre, intercede ante la Santísima Trinidad para que nuestros esfuerzos de mejora y perfección en nuestras familias sean potenciados por el Espíritu Santo.
Madre Santísima, esposa del Espíritu Santo, Madre de la Divina Gracia, intercede ante la Santísima Trinidad por nuestras peticiones. Amén.
- Contemplación y acción
Hermanos: en el día de hoy contemplemos a la Sagrada Familia como modelo de amor y, desde el fondo del corazón, pidamos por cada una de nuestras familias con la siguiente oración.
“Padre santo y eterno, Dios omnipotente, te damos gracias y bendecimos tu santo Nombre: tú has creado al hombre y a la mujer para que el uno sea para del otro ayuda y apoyo. Acuérdate hoy de nosotros. Protégenos y concédenos la gracia que nuestro amor sea entrega y don, a imagen de Cristo y de la Iglesia.
Ilumínanos y fortalécenos en la tarea de la formación de nuestros hijos, para que sean auténticos cristianos y constructores esforzados de la ciudad terrena. Haz que vivamos juntos toda la vida, en alegría y paz, para que nuestros corazones puedan elevar siempre hacia ti, por medio de tu Hijo en el Espíritu Santo, la alabanza y la acción de gracias. Para tu Gloria Padre eterno. Amén.”
Hermanos: sea cual sea el estado de nuestras vidas, defendamos los fundamentos cristianos de la familia, que es atacada por ideologías contrarias al amor de Dios. Recemos el Santo Rosario y acudamos a la Santa Eucaristía, en familia, para glorificar a Dios por tanto amor.
Oración final
Gracias Señor Jesús por tu Palabra de vida eterna.
Que el Espíritu Santo nos ilumine para que tu palabra penetre a lo más profundo de nuestras almas y se convierta en acción.
Dios glorioso, escucha nuestra oración, bendito seas por los siglos de los siglos.
Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Amén.