LECTIO DIVINA DEL VIERNES DE LA SEMANA 2 DE ADVIENTO– CICLO A
«Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tienen a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”. Pero la sabiduría de Dios se conoce por sus obras» Mt 11, 18-19.
Oración inicial
Santo Espíritu de Dios, Amor del Padre y del Hijo, ilumínanos con tus dones para que podamos comprender los tesoros de la sabiduría que Jesús nos quiere revelar en este día. Otórganos la gracia para meditar los misterios de la Palabra y revélanos sus más íntimos secretos.
Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Ave María Purísima, sin pecado concebida.
- Lectura
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 16-19
En aquel tiempo, Dijo Jesús a la gente: «¿A quién se parece esta generación? Se parece a los niños sentados en la plaza, que gritan a otros: “Hemos tocado la flauta, pero ustedes no han bailado; hemos cantado lamentaciones, pero ustedes no han llorado”. Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tienen a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”. Pero la sabiduría de Dios se conoce por sus obras».
Palabra del Señor.
———–
Hoy celebramos a Santa Lucía, virgen y mártir. Nació en Siracusa en el año 283 en una familia noble y rica. Desde pequeña se consagró a Dios haciendo un voto de virginidad. Un pretendiente acuso a Lucía ante el procónsul Pascasio debido a que era cristiana; por ello, fue decapitada en el año 313.
En tiempo de Adviento, el día de hoy meditamos la parte final de texto que trata sobre Juan Bautista. Jesús llama la atención a quienes no quieren comprometerse con él y lo ilustra a través de los detalles de una metáfora infantil en la que se reconoce a quienes se comportan caprichosamente.
Esa es la misma actitud de aquellos que se sienten autosuficientes y no entran en el juego. Son aquellos que cayeron en un conformismo religioso y no aceptaron a Juan, el penitente austero, y tampoco a Jesús, el Salvador del mundo. De esta manera, Jesús señala la incoherencia de mucha gente.
- Meditación
Queridos hermanos: ¿cuál es el mensaje que Jesús nos transmite el día de hoy a través de su Palabra?
A las personas soberbias no les gusta la crítica; esto ocurría en tiempos de Jesús y sucede también ahora en todo el mundo, incluyendo a la Iglesia. Hay personas que tienen un gran apego a las enseñanzas tradicionales y no aceptan otros modos de explicar y vivir la fe.
En el texto de hoy, se destaca la sabiduría salvadora de Nuestro Señor Jesucristo que queda acreditada a través de sus enseñanzas y obras de amor. Él mismo es la sabiduría.
Hermanos: meditando la lectura de hoy, respondamos: ¿Es nuestra vida coherente con la fe? ¿Promovemos el respeto y colaboración en nuestra familia, comunidades, centros de estudios y de trabajo? ¿Pedimos al Espíritu Santo la sabiduría en nuestro diario vivir?
Hermanos, que las respuestas a estas preguntas nos ayuden a descubrir en nuestras acciones cotidianas el inmenso amor que Nuestro Señor Jesucristo siente por nosotros.
¡Jesús nos ama!
- Oración
Padre eterno, Padre de la misericordia, estamos dispuestos a seguir las enseñanzas de tu Hijo amado, Nuestro Señor Jesucristo, haz que descubramos tu mano providente cada día.
Amado Jesús, tú eres la Palabra eterna de Dios Padre, tú eres la infinita sabiduría con que fue creado todo el universo. Concédenos saber escuchar tu voz a través de tu Palabra, de nuestros hermanos, de nuestra vida.
Amado Jesús, fortalece al papa Francisco, a los obispos, a los sacerdotes y diáconos, a los consagrados y consagradas, para que, en unión íntima contigo y encendidos por la fe, la esperanza y el amor, lleven tu Paz a toda la humanidad.
Amado Jesús, a todos los hermanos que partieron a tu encuentro, dales también parte en tu felicidad, con Nuestra Santísima Madre, la siempre Inmaculada y Virgen María, y con todos tus santos.
Madre Santísima, Madre de la Divina Gracia, Madre del Adviento, intercede por nuestras oraciones ante la Santísima Trinidad.
Amén.
- Contemplación y acción
Hermanos: contemplemos a Dios a través de la lectura de Libro de la Sabiduría, capítulo 5, versículos del 15 al 23:
«Pero los justos viven para siempre; su recompensa está en el Señor y el Altísimo se preocupa de ellos. Por eso, recibirán la espléndida realeza y la hermosa diadema de las manos del Señor; porque él los protegerá con su mano derecha y los defenderá con su brazo.
Tomará su celo por armadura y armará a la creación para vengarse de sus enemigos; vestirá con coraza la justicia, ceñirá como casco un juicio inapelable; tomará como escudo su santidad invencible, afilará como una espada su ira inexorable, y el universo luchará a su lado contra los insensatos.
Los rayos partirán como disparos certeros: de las nubes, como de un arco bien tenso, volarán hacia el blanco; una ballesta arrojará una furiosa granizada, las olas del mar se encresparán contra ellos y los ríos los sumergirán sin piedad; un viento impetuoso se levantará contra ellos y los aventará como un huracán. Así la iniquidad devastará toda la tierra y la maldad derribará los tronos de los poderosos».
Hermanos: hagamos el compromiso de que nuestra vida cotidiana sea coherente con la fe cristiana y seamos promotores del respeto y la colaboración por donde vayamos. Que nuestra oración a la Santísima Trinidad sea constante y que busque siempre la compañía de Nuestra Santísima Madre.
Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.
Oración final
Gracias Señor Jesús por tu Palabra de vida eterna.
Que el Espíritu Santo nos ilumine para que tu palabra penetre a lo más profundo de nuestras almas y se convierta en acción.
Dios glorioso, escucha nuestra oración, bendito seas por los siglos de los siglos.
Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Amén.