SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS – CICLO A

LECTIO DIVINA DE LA SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS – CICLO A

«Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón» Lc 2, 17-19.

 

Oración inicial

Santo Espíritu de Dios, Amor del Padre y del Hijo, ilumínanos con tus dones para que podamos comprender los tesoros de la sabiduría que Jesús nos quiere revelar en este día. Otórganos la gracia para meditar los misterios de la Palabra y revélanos sus más íntimos secretos.

Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Ave María Purísima, sin pecado concebida.

 

  1. Lectura

Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 16-21

En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.

Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

Palabra del Señor.

 

 

 

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Desde PAX TV les deseamos un feliz y venturoso año 2020. Que la Santísima Trinidad y Nuestra Santísima Madre, la Madre de Dios, les bendiga e iluminen en el 2020 y a lo largo de toda la vida. Que este nuevo año sea de paz y alegría, y lleno de sabiduría en el seguimiento a Dios.

En la octava de la Natividad del Señor y en el día de su circuncisión, los Padres del Concilio de Éfeso la aclamaron como “Theotokos”, porque en ella la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros.

En este primer día del año 2020, en la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, meditamos la parte final del texto referido al nacimiento de Jesús y la lectura de su circuncisión. El pasaje de hoy narra que los pastores del campo fueron los primeros invitados y los primeros que recibieron el anuncio de la Buena Nueva. En esa época, los pastores eran personas marginadas porque eran considerados impuros debido a su contacto permanente con los animales.

Cuando los pastores llegaron a Belén contaron la visión de los ángeles y María conservaba y meditaba todo lo sucedido en su corazón.

Luego, Jesús fue circuncidado. La circuncisión era un signo de incorporación al pueblo de Israel. Se realizaba al octavo día del nacimiento, mediante un rito no sacerdotal que podía realizarlo cualquier persona, en casa o en la sinagoga y ante diez testigos. En ese día se imponía el nombre al niño.

Mientras tanto, los ángeles alababan al Niño Dios, al más grande en el cielo y el más pobre en la tierra.

 

  1. Meditación

Queridos hermanos: ¿cuál es el mensaje que Jesús nos transmite el día de hoy a través de su Palabra?

Entre los más grandes tesoros de la generosidad divina está el nacimiento de Nuestro Salvador a través del seno virginal de Nuestra Santísima Madre, la Madre de Dios. Por esta razón, todos los que, por adopción, somos hijos de Dios Padre, debemos acercarnos siempre al Primogénito del Padre.

Agradezcamos también a Dios Padre por el don precioso de María, elegida como flor preciosa de la humanidad para que Jesús asumiera nuestra condición humana, trayendo la Palabra de vida, la salvación y al Espíritu Santo consolador.

Hermanos: a la luz de la Palabra, respondamos: ¿Acudimos a Nuestra Santísima Madre en las alegrías y también cuando estamos atravesando tribulaciones? ¿Pedimos su protección maternal?

Que las respuestas a estas interrogantes nos permitan empezar el año nuevo llenos de esperanza y dispuestos a seguir las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo, en la dulce compañía de Nuestra Santísima Madre, la Madre de Dios.

¡Jesús nos ama!

 

 

 

  1. Oración

Padre eterno, que por la maternidad virginal de Santa María entregaste a la humanidad los bienes de la salvación eterna, concédenos experimentar la intercesión de aquella por quien hemos merecido recibir al autor de la vida, tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo.

Padre eterno, haz que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor, y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con María, la Madre de Nuestro Señor Jesucristo.

Padre eterno, tú que elegiste a María como Madre de Nuestro Señor Jesucristo y la coronaste como reina del cielo, haz que los difuntos, por tu infinita misericordia, puedan alcanzar con todos los santos la felicidad de tu reino.

Madre Santísima, te pedimos que nos otorgues la gracia del asombro ante el Dios de las sorpresas y que intercedas ante la Santísima Trinidad por todas nuestras peticiones. Amén.

¡Jesús nos ama!

 

  1. Contemplación y acción

Hermanos: contemplemos a Nuestro Salvador a través de Nuestra Santísima Madre, la siempre Virgen María, con un escrito de San Juan Pablo II:

 

«¿Qué significa proclamar a María “Madre de Dios”? Significa reconocer que Jesús, el fruto de su vientre, es el Hijo de Dios, consustancial al Padre, que lo ha engendrado desde toda la eternidad. ¡Un gran misterio, un misterio de amor! Él, el único Hijo del Padre se ha hecho uno de nosotros. De esta suerte “la eternidad ha entrado en el tiempo” y la sucesión de años, siglos y milenios no es un ciego viaje hacia lo desconocido, sino un camino hacia Él, plenitud de los tiempos y finalidad de la historia.

Honrando a la Santísima Virgen como a la Madre de Dios, queremos igualmente subrayar que Jesús, el Verbo eterno hecho carne, es el verdadero “Hijo de María”. Ella le dio una humanidad plena; fue su madre y su educadora, le comunicó la dulzura, la delicada fuerza de su temperamento y las riquezas de su sensibilidad. Maravilloso intercambio de dones: María, que en cuanto criatura es primeramente una discípula de Cristo y al mismo tiempo es rescatada por Él, ha sido escogida para ser su Madre y así modelar su humanidad. En la relación entre María y Jesús se realiza de manera ejemplar el sentido profundo de la Navidad: Dios se ha hecho semejante a nosotros para que nosotros lleguemos a ser, en cierto modo, como Él».

 

Queridos hermanos: al iniciar el año 2020, hagamos el compromiso de incrementar nuestros esfuerzos por conocer más la Palabra de Dios y, con los dones del Espíritu Santo y la intercesión de Nuestra Santísima Madre, convertirla en acciones concretas, en el Santísimo Nombre de Jesús.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

 

Oración final

Gracias Señor Jesús por tu Palabra de vida eterna.

Que el Espíritu Santo nos ilumine para que tu palabra penetre a lo más profundo de nuestras almas y se convierta en acción.

Dios glorioso, escucha nuestra oración, bendito seas por los siglos de los siglos.

Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Amén.