VIERNES DE LA SEMANA 2 DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO A

LECTIO DIVINA DEL VIERNES DE LA SEMANA 2 DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO A

En aquel tiempo, Jesús subió a la montaña, llamó a los que quiso y se fueron con él. Instituyó a Doce, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar con poder de expulsar demonios. Mc 3, 13-14.

Oración inicial

Santo Espíritu de Dios, Amor del Padre y del Hijo, ilumínanos con tus dones para que podamos comprender los tesoros de la sabiduría que Jesús nos quiere revelar en este día. Otórganos la gracia para meditar los misterios de la Palabra y revélanos sus más íntimos secretos.

Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Ave María Purísima, sin pecado concebida.

  1. Lectura

Lectura del santo evangelio según san Marcos 3, 13-19

En aquel tiempo, Jesús subió a la montaña, llamó a los que quiso y se fueron con él. Instituyó a Doce, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar con poder de expulsar demonios: Simón, a quien puso el nombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes puso el nombre de Boanerges el hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges – es decir, los hijos del trueno -, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el que lo entregó.

Palabra del Señor.

 

 

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Hoy celebramos a San Francisco de Sales. Nació en Thorans, un pueblecito de Saboya, en 1567, en el castillo de Sales. Educado en las virtudes cristianas por su madre, estudió, primero, con los jesuitas de París y, después, en Padua, donde se licenció en Derecho.

Contrariamente a las expectativas de su padre, que soñaba con que fuera abogado y senador, abrazó el estado eclesiástico y se dedicó, a la difícil evangelización de la región de Chablais. Tras ser nombrado obispo de Ginebra, vivió en Annecy, donde, además de una iluminada acción pastoral y de la dirección espiritual de muchas almas, escribió, entre otras, la obra “Filotea” y también el “Teotimo” o “Tratado sobre el amor de Dios”, convirtiéndose en uno de los grandes maestros de la espiritualidad cristiana Junto con santa Juana de Chantal, fundó la Visitación.

Murió en 1622 y fue proclamado doctor de la Iglesia en 1877. San Francisco fue beatificado por el Papa Alejandro VII en el 1661, y el mismo Papa lo canonizó en el 1665, a los 43 años de su muerte. En el 1878 el Papa Pío IX, lo declaró «Doctor de la Iglesia».

El pasaje evangélico de hoy también se ubica en el capítulo 10 de Mateo, versículos del 1 al 4, y en el capítulo 6 de Lucas, versículos 12 al 16.

En la lectura, Jesús llama a los Doce para una doble misión: la primera, formar su comunidad, la Comunidad de Jesús, y la Iglesia, compartiendo con Él su vida; la segunda, para llevar una vida orante, expulsar demonios y luchar contra el poder del mal.

En Lucas, se narra: «Jesús subió a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles». La elección de los doce apóstoles estuvo precedida por una noche de oración y soledad por la importancia de la elección. El número doce evoca las doce tribus de Israel y los doce patriarcas. Los llamó apóstoles, que significa en griego “enviado”.

Los apóstoles eran hombres simples; no eran ricos, ni famosos, ni ilustrados; la mayoría de ellos carecía de educación. Eran pescadores, pastores, recaudadores de impuestos, había un adolescente (Juan), algunos eran mayores; unos solteros, otros casados. Hubo entre ellos un traidor, Judas Iscariote.

  1. Meditación

Queridos hermanos: ¿cuál es el mensaje que Jesús nos transmite el día de hoy a través de su Palabra?

Las virtudes de San Francisco de Sales resplandecen a través la lectura de hoy, en la que Nuestro Señor Jesucristo llama a los Doce.

Nuestro Señor Jesucristo nos da una muestra de que las decisiones trascendentes deben estar precedidas por la oración, por un espacio íntimo de encuentro con la Santísima Trinidad.

Nuestro Señor Jesucristo siempre elige de acuerdo con la voluntad divina y no en función de las capacidades y conocimientos humanos. Él capacita a los elegidos a través de su Santo Espíritu; en este sentido, sigámoslo sin miedo ya que él nos proveerá de todo lo que necesitemos para cumplir nuestra misión en nuestras familias, comunidades, trabajos y como ciudadanos globales. Él nos llama, nos sana, nos libera, nos instruye y fortalece con los dones de su Santo Espíritu, no importa la edad ni los conocimientos académicos, solo basta que dejemos que fluya la fuerza interior del llamado.

Hermanos: meditando la lectura de hoy, recordemos alguna vez que hemos experimentado el amor de Dios y respondamos: ¿Seguimos a Jesús en nuestras actividades diarias? ¿Agradecemos a Dios por tanta bondad? ¿Acudimos a la oración cuando empieza el día, cuando iniciamos nuestras labores y al término del día? ¿Somos conscientes que nuestras capacidades humanas son un don de Dios?

Hermanos: que las respuestas a estas preguntas nos ayuden a ser mejores discípulos de Nuestro Señor Jesucristo durante toda nuestra vida y por donde vayamos.

¡Jesús nos ama!

  1. Oración

Padre eterno, tú que has querido que el santo obispo Francisco de Sales se hiciera todo para todos por la salvación de las almas, concédenos, en tu bondad, a ejemplo suyo, manifestar siempre la dulzura de tu amor en el servicio a los hermanos.

Amado Jesús, Pastor de pastores, te pedimos que continúes asistiendo y enriqueciendo a tu Iglesia con el don de las vocaciones. Te suplicamos que sean muchos los que acojan tu llamado con la generosidad y fidelidad de sus respuestas.

Amado Jesús, te pedimos por el Santo Padre, por los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados y consagradas, laicos y misioneros; fortalécelos con tu Santo Espíritu para que lleven tu Palabra y ejemplo a todos los confines de la tierra.

Amado Jesús, Pastor de los pastores, modelo de la caridad pastoral para todos los tiempos, concédenos la gracia de contemplar el misterio de amor de tu entrega con absoluta gratuidad por la salvación de la humanidad.

Espíritu Santo: libéranos de todas las ataduras del pecado y danos la fortaleza para ser apóstoles de Nuestro Señor Jesucristo.

Amado Jesús, concede a los difuntos de todo tiempo y lugar tu misericordia para que lleguen al cielo, y protege, del enemigo, a las almas de las personas agonizantes.

Madre Santísima, Madre de la Divina Gracia, intercede ante la Santísima Trinidad por nuestras peticiones. Amén.

  1. Contemplación y acción

Queridos hermanos: con el ejemplo de Francisco de Sales, contemplemos a Nuestro Señor Jesucristo, saboreemos su Palabra y pongamos en práctica sus enseñanzas. Francisco llamaba “éxtasis de la acción” a aquella acción impulsada por el amor puro que contemplamos y descubrimos en Nuestro Señor Jesucristo.

Contemplémoslo con la lectura de un escrito de San Francisco de Sales, ubicado en su obra Filotea:

«Piensa en el amor con el que Jesucristo, Nuestro Señor, tanto sufrió en este mundo, de modo particular en el huerto de los Olivos y en el monte Calvario: ¡ese amor te miraba a ti!

¡Dios mío, con qué profundidad deberíamos imprimir en nosotros todo esto! ¿Acaso es posible que yo haya sido amado con tanta dulzura por el Salvador, hasta el punto de que Él haya pensado en mí personalmente, incluso en todas las pequeñas circunstancias a través de las cuales me ha atraído a Él?

Es verdaderamente maravilloso: el corazón repleto de amor de mi Dios pensaba en mí, me amaba y me procuraba mil medios de salvación, como si no hubiera tenido otra persona en el mundo en la que pensar.

Pero ¿cuándo empezó a amarte? Desde que empezó a ser Dios, es decir, desde siempre …».

Hermanos: pidamos al Espíritu Santo que nos ilumine con la luz de sus dones para que llevemos adelante nuestra vocación según el estado de vida que llevemos. Nuestro Señor Jesucristo nos llama a servirlo desprendiéndonos de todo para poner todas nuestras capacidades humanas a su servicio, por medio de la Iglesia, para la mayor gloria de Dios. Busquemos su voz en el silencio y la oración, sabiendo que su Santo Espíritu nos guiará y fortalecerá siempre.

Ayudemos a las personas que aún no conocen a Dios, a acercarse a Él y que experimenten su acción sanadora y liberadora.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Oración final

Gracias Señor Jesús por tu Palabra de vida eterna.

Que el Espíritu Santo nos ilumine para que tu palabra penetre a lo más profundo de nuestras almas y se convierta en acción.

Dios glorioso, escucha nuestra oración, bendito seas por los siglos de los siglos.

Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Amén.