JUEVES DE LA SEMANA XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO A

LECTIO DIVINA DEL JUEVES DE LA SEMANA XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO A

SANTA TERESA DE JESÚS, VIRGEN Y DOCTORA DE LA IGLESIA

«El amor … todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca terminará…» 1 Co 13, 7-8.

Oración inicial

Santo Espíritu de Dios, Amor del Padre y del Hijo, ilumínanos con tus dones para que podamos comprender los tesoros de la sabiduría que Jesús nos quiere revelar en este día. Otórganos la gracia para meditar los misterios de la Palabra y revélanos sus más íntimos secretos.

Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Ave María Purísima, sin pecado concebida.

  1. Lectura

Lectura del santo evangelio según san Lucas 11, 47-54

En aquel tiempo, el Señor dijo: «¡Ay de ustedes, que edifican sepulcros a los profetas, a quienes sus antepasados mataron! Así se hacen testigos y cómplices de lo que hicieron sus antepasados; porque ellos los mataron y ustedes les edifican sepulcros.

Por algo dijo la sabiduría de Dios: “Les enviaré profetas y apóstoles; a algunos los perseguirán y matarán”; así a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de los profetas derramada desde la creación del mundo; desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, se lo repito: se le pedirá cuenta a esta generación.

¡Ay de ustedes, maestros de la Ley que se han quedado con la llave del saber; no han entrado ustedes y a los que intentaban entrar les impidieron!».

Al salir de allí, los escribas y fariseos empezaron a acosarlo con muchas preguntas capciosas, para sorprenderlo con sus propias palabras.

Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

———–

Hoy celebramos a Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia, madre y maestra de las comunidades contemplativas. Nació en 1515 en Ávila. Desde niña sintió una mística exaltación y, a los 12 años, luego de la muerte de su madre, estaba convencida de su vocación religiosa. A los 19 años hizo su profesión en el convento de la Encarnación de Ávila.

En 1560 reformó la orden carmelita y, con San Juan de la Cruz, fundó los Carmelitas descalzos. Escribió su vida, además de “Camino de perfección” y “El castillo interior”. Murió en 1582; fue canonizada en 1622 por Gregorio XV. En 1970, el papa Pulo VI le reconoció el título de doctora de la Iglesia.

En sus obras, Teresa resalta la presencia y la acción amorosa y misericordiosa de Dios en su vida. Destaca que las virtudes evangélicas de la pobreza, la humildad, la caridad y la oración son la base de sus enseñanzas.

Con el pasaje evangélico de hoy culmina el texto que hemos meditado desde el martes, denominado “Reprensión o invectiva contra fariseos y escribas” que comprende los versículos del 37 al 54 del capítulo 11 de Lucas. Hoy meditaremos los versículos del 47 al 54.

En la lectura de hoy, Jesús continúa expresando sus “ayes” por los fariseos y doctores de la Ley debido a su disposición a honrar a los profetas muertos, construyéndoles sepulcros a quienes fueron asesinados por sus antepasados. De esta manera, los fariseos y doctores de la Ley, imitando a sus antepasados, comenzaban a construir el sepulcro de Jesús.

Aun así, Jesús ofrece una oportunidad de arrepentimiento, porque predicó el perdón y el amor, aun cuando lo iban a matar.

Adicionalmente, Jesús señala que la llave de la sabiduría es interpretar la Ley a través de sus enseñanzas, algo que se rehusaban a hacer los maestros de la Ley. De esta manera, se iba agudizando el conflicto entre Jesús y las autoridades religiosas de la época.

  1. Meditación

Queridos hermanos: ¿cuál es el mensaje que Jesús nos transmite el día de hoy a través de su Palabra?

Nuestro Señor Jesucristo nos invita a cumplir sus enseñanzas por amor a Él, a Dios Padre, a Dios Espíritu Santo, y al prójimo, siendo misericordiosos, especialmente, con aquellos hermanos con mayores necesidades materiales y espirituales.

Nuestro Señor Jesucristo es la llave de la sabiduría con la que se abren todos los secretos de nuestros corazones; Él es la llave que no debemos perder nunca, Él es la fuente de agua viva.

Hermanos, meditando el pasaje evangélico de hoy, respondamos: ¿Cómo actuamos frente a las personas que piensan diferente a nosotros? ¿Utilizamos nuestros talentos para ayudar a aquellos hermanos más necesitados?

Que las respuestas a estas preguntas nos ayuden a comprender que lo más importante en el seguimiento a Dios, es el amor. Así mismo, nos ayuden a estar vigilantes ante la tentación de priorizar nuestras propias ideas o creencias por encima de la realidad del Evangelio.

¡Jesús nos ama!

  1. Oración

Padre eterno: que quisiste que Santa Teresa de Ávila, bajo el impulso del Espíritu Santo, manifestara a tu Iglesia el camino de la perfección, haz que encontremos en sus enseñanzas nuestro alimento espiritual y que encendamos en nosotros el deseo de una verdadera santidad.

Espíritu Santo, nuestro corazón está dispuesto a seguir a Nuestro Señor Jesucristo, concédenos los dones para vivir como cristianos de palabra y de obra.

Amado Jesús, haz que aquellos a quienes elegiste ministros de tu Evangelio sean siempre fieles y celosos dispensadores de los misterios del reino.

Amado Jesús, misericordioso Salvador, haz parte de tu felicidad a todos los difuntos, al lado de María nuestra madre y con todos los santos. Te suplicamos también que los agonizantes puedan contemplar tu salvación.

Madre Santísima, Madre de la Divina Gracia, intercede ante la Santísima Trinidad por nuestras peticiones. Amén.

  1. Contemplación y acción

Hermanos, pidiendo al cielo la purificación de nuestros corazones a través de la Palabra de Dios y de los sacramentos, contemplemos a Nuestro Señor Jesucristo con un escrito de Santa Teresa de Ávila:

«De ver a Cristo me quedó imprimida su grandísima hermosura, y la tengo presente hoy día, porque para esto bastaba sola una vez, ¡cuánto más tantas veces como el Señor hace esta merced! … Comencé a tener mucho mayor amor y confianza de este Señor viéndole, como con quien tenía conversación tan continua. Veía que, aunque era Dios, que era hombre, que no se espanta de las flaquezas de los hombres, que entiende nuestra miserable compostura, sujeta a muchas caídas por el primer pecado que Él había venido a reparar. Puedo tratarlo como un amigo, aunque es Señor.

¡Oh Rey de gloria y Señor de todos los reyes! ¡Cómo no es vuestro reino armado de palillos, pues no tiene fin! ¡Cómo no es menester terceros para Vos! Con mirar vuestra persona, se ve luego que es sólo el que merecéis que os llamen Señor, según la majestad que mostráis. No es menester gente de acompañamiento ni de guarda para que conozcan que sois Rey. Porque acá un rey solo mal se conocerá por sí. Aunque él más quiera ser conocido por rey, no le creerán, porque no tiene más que los otros … De otros le ha de venir la autoridad.

¡Oh, Señor mío!, ¡oh, Rey mío! ¡Quién supiera ahora representar la majestad que tenéis! Es imposible dejar de ver que sois gran Emperador en Vos mismo, que espanta mirar esta majestad. Mas más espanta, Señor mío, mirar con ella vuestra humildad y el amor que mostráis a una como yo. En todo se puede tratar y hablar con Vos como quisiéramos, perdido el primer espanto y temor de ver vuestra majestad, con quedar mayor para no ofenderos; mas no por miedo del castigo, Señor mío, porque éste no se tiene en nada en comparación de no perderos a Vos».

Amado Jesús, confiados en tu amor y misericordia, deseamos asumir el compromiso de practicar tus enseñanzas a través de la realización de obras de misericordia. Así mismo, queremos pedir tu Santo Espíritu para incrementar nuestra tolerancia y comprensión en el trato con todas las personas; que prefiramos siempre practicar tu amor por encima de las cosas exteriores.

Glorifiquemos a la Santísima Trinidad con nuestras vidas.

Oración final

Gracias Señor Jesús por tu Palabra de vida eterna.

Que el Espíritu Santo nos ilumine para que tu palabra penetre a lo más profundo de nuestras almas y se convierta en acción.

Dios glorioso, escucha nuestra oración, bendito seas por los siglos de los siglos.

Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Amén.