LECTIO DIVINA DEL LUNES DE LA SEMANA IV DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C
SAN JUAN BOSCO, PRESBÍTERO
«Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de ti» Mc 5,19.
Oración inicial
Santo Espíritu de Dios, Amor del Padre y del Hijo, ilumínanos con tus dones para que podamos comprender los tesoros de la sabiduría que Jesús nos quiere revelar en este día. Otórganos la gracia para meditar los misterios de la Palabra y revélanos sus más íntimos secretos.
Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Ave María Purísima, sin pecado concebida.
- Lectura
Lectura del santo evangelio según san Marcos 5,1-20
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla del mar, en la región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, desde el cementerio, donde vivía en los sepulcros, un hombre poseído por un espíritu inmundo; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con grilletes y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los grilletes, y nadie podía dominarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras.
Viendo de lejos a Jesús, vino corriendo, se postró ante él y gritó con fuerza: «¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes». Porque Jesús le estaba diciendo: «Espíritu inmundo, sal de este hombre». Jesús le preguntó: «¿Cómo te llamas?». Él respondió: «Me llamo Legión, porque somos muchos». Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella región. Había cerca una gran piara de cerdos comiendo en la falda del monte. Los espíritus le rogaron: «Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos». Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se precipitó al mar desde lo alto del acantilado y se ahogó en el mar.
Los que cuidaban los cerdos huyeron y dieron la noticia en el pueblo y por los campos. Y la gente fue a ver qué había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados. Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se alejara de su territorio. Mientras se embarcaba, el que había estado endemoniado le pedía estar con él. Pero no se lo permitió, sino que le dijo: «Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de ti». El hombre se fue y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
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Hoy celebramos a San Juan Bosco, educador excepcional. Nació el 16 de agosto de 1815 en Castelnuovo de Asti. Fue dotado de inteligencia, memoria, voluntad y agilidad física poco comunes. Fue ordenado sacerdote en Turín en 1841.
Su pasión era la educación de los jóvenes, en especial, los más pobres y abandonados. Con la ayuda de su mamá Margarita, sin medios materiales y entre la persistente hostilidad de muchos, Don Bosco dio vida al Oratorio de San Francisco de Sales. Inventó una pedagogía que sería conocida en todo el mundo como el “método preventivo”, que se sustentaba en la religión, la razón y el amor. Para asegurar la continuidad de su obra, San Juan Bosco fundó la Pía Sociedad de San Francisco de Sales (los Salesianos) y las Hijas de María Auxiliadora (las Salesianas). San Juan Bosco murió el 31 de enero de 1888 y fue canonizado por Pío XI en 1934.
El pasaje evangélico de hoy, denominado “Jesús exorciza en Gerasa”, se ubica también en Mateo 8,28-34 y en Lucas 8,26-39. En la lectura el geraseno no sólo está poseído y esclavizado por fuerzas superiores del mal, sino que sus propios hermanos lo encadenan por sus afanes destructivos y autodestructivos. Con una escenografía de muerte, ya que los hechos se desarrollan alrededor del cementerio, el geraseno simboliza la situación del mundo pagano dominado por el maligno. Sin embargo, busca a toda costa acercarse a Jesús.
En estas circunstancias, se produce el milagro de la liberación como acto supremo de solidaridad y amor. La acción liberadora de Jesús no tiene límites. Sin embargo, mucha gente, antes de alegrarse por la vida del hermano que ha sido rescatado, se preocupa por la pérdida de sus bienes; por eso piden a Jesús que se retire de su territorio.
El rechazo debido a la incomprensión se va convirtiendo en una constante. Jesús respeta esta decisión, pues su mensaje liberador no puede ser impuesto, sino que debe ser aceptado en libertad. No obstante, ordena al geraseno quedarse en su región para que testimonie y anuncie la Buena Noticia que el mundo pagano sigue sin entender. En el mar de la ceguera, brilla una luz.
- Meditación
Queridos hermanos: ¿cuál es el mensaje que Jesús nos transmite a través de su Palabra?
El poder del mal oprime y maltrata al ser humano, incluso, llena a las personas de agresividad, rehuyendo y rechazando toda posibilidad de ayuda, muchas veces violentamente. Este es el retrato de mucha gente en el mundo de hoy.
Pero, ante la presencia de Nuestro Señor Jesucristo, el poder del mal, que antes se veía fuerte y amenazante, se desmorona y es derrotado. El ser humano recupera su unidad con Jesús y luego se convierte en una persona preparada para testimoniar la acción divina de Nuestro Señor Jesucristo.
La acción liberadora de Nuestro Señor Jesucristo actúa a través del Espíritu Santo, que sigue movilizando todos sus dones buscando siempre el bienestar de la humanidad en todas sus dimensiones.
¡Jesús, María y José nos aman!
- Oración
Padre eterno, que has suscitado en San Juan Bosco, presbítero, un padre y un maestro para los jóvenes, concédenos que, encendidos en su mismo fuego de caridad, podamos ganar almas para ti y solo a ti servirte.
Padre eterno, concédenos adorarte con toda el alma y amar a nuestro prójimo con afecto espiritual. Envía tu Santo Espíritu y renueva la faz de la tierra.
Amado Jesús, te rogamos nos concedas la liberación de todas las cadenas intergeneracionales que nos atan al pecado y aumenta, a través del Espíritu Santo, nuestra fe para seguirte con firmeza, aun en medio de las tribulaciones.
Amado Jesús: mira con bondad y misericordia a las almas del purgatorio, alcánzales la recompensa de la vida eterna en el cielo.
Madre Santísima, Reina de la paz, intercede ante la Santísima Trinidad por nuestras peticiones. Amén.
- Contemplación y acción
Hermanos: contemplemos al Señor a través un escrito de San Juan Bosco:
«Dos son los engaños principales con los que el demonio intenta alejar a los jóvenes de la virtud. El primero es hacerles pensar que servir al Señor consiste en una vida melancólica y alejada de toda diversión y placer. No es así, queridos jóvenes. Deseo enseñaros un método de vida cristiana que puede poneros al mismo tiempo alegres y contentos, señalándoos cuáles son las verdaderas diversiones y los verdaderos placeres, a fin de que podáis decir con el santo profeta David: “Sirvamos al Señor con santa alegría”.
El otro engaño es la esperanza de vivir una larga vida con la comodidad de convertirse en la vejez o en la hora de la muerte. Llevad cuidado, hijos míos, pues muchos fueron engañados de este modo. ¿Quién nos asegura que llegaremos a viejos? Sería preciso llegar a pactos con la muerte para que nos espere hasta ese tiempo: ahora bien, la vida y la muerte están en manos del Señor, que puede disponer de ellas como le plazca.
Y si Dios os concediera larga vida, oíd la gran advertencia que os da: el camino que el hombre empieza en la juventud continúa en la vejez hasta la muerte. Y eso significa: que, si empezamos una buena vida ahora que somos jóvenes, buenos seremos en los años de la vejez, buena será nuestra muerte y principio de una felicidad eterna…
Queridos míos, os amo de todo corazón, y basta con que seáis jóvenes para que os ame más. Puedo aseguraros de que podéis encontrar muchos libros aconsejados por personas mucho más virtuosas y doctas que yo, pero difícilmente podréis encontrar a alguien que os ame más que yo en Jesucristo y desee más vuestra felicidad. Así pues, que el Señor esté siempre con vosotros y haga que, practicando estas pocas sugerencias, podáis llegar a salvar vuestras almas y aumentar así la gloria d Dios».
Queridos hermanos: pidamos al Espíritu Santo la liberación de todos los sentimientos negativos y de todo lo que nos ata al pecado; así mismo, busquemos siempre experimentar la alegría del perdón a través del sacramento de la penitencia, y demos testimonio de nuestra liberación.
Glorifiquemos a la Santísima Trinidad con nuestras vidas.
Oración final
Gracias Señor Jesús porque tu Palabra nos conduce por caminos de paz, amor y santidad.
Espíritu Santo ilumínanos para que la Palabra penetre a lo más profundo de nuestras almas y se convierta en acción.
Dios glorioso, escucha nuestra oración, bendito seas por los siglos de los siglos.
Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Amén.