«El vino nuevo se echa en odres nuevos y los dos se conservan» Mt 9,17.
Oración inicial
Santo Espíritu de Dios, Amor del Padre y del Hijo, ilumínanos con tus dones para que podamos comprender los tesoros de la sabiduría que Jesús nos quiere revelar en este día.
Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Ave María Purísima, sin pecado concebida.
- Lectura
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9,14-17
En aquel tiempo, los discípulos de Juan Bautista se acercaron a Jesús y le preguntaron: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?». Jesús les respondió: «¿Pueden acaso estar tristes los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio y entonces ayunarán. Nadie usa un pedazo de tela nueva para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido, y la rotura se hace más grande. Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque revientan los odres, se derrama el vino y los odres se pierden. El vino nuevo se echa en odres nuevos y los dos se conservan».
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
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En este día, nuestro querido pastor, el Padre Roberto Padrós, fundador de Comunidad de Jesús, Misioneras de Pax Vobis y PAX TV, cumple Bodas de oro sacerdotales; por ello, elevamos nuestras oraciones al cielo.
«Nos dirigimos a ti, Santísima Trinidad, para darte gracias, con todo nuestro corazón, por el don maravilloso del sacerdocio y la fiel vocación de tu siervo el Padre Roberto y, en él, por todos los sacerdotes, quienes, con corazón dócil y generoso, aceptaron tu llamado.
Gracias Señor Jesús Buen Pastor, por cada misa celebrada, por cada confesión escuchada, por cada consejo ofrecido y por cada acto de amor y caridad realizado en tu Nombre. Gracias por las veces que a través de sus manos recibimos Tu cuerpo y Tu sangre, alimento de vida eterna.
Espíritu Santo, fuente de toda santidad, te pedimos que continúes derramando tus dones sobre nuestro querido Padre Roberto y renueves en él, el fervor del día de su ordenación. Fortalece su espíritu para que siga siendo instrumento de tu misericordia hacia los demás. Bendice sus esfuerzos y trabajos, que sea luz del mundo para que ilumine con su ejemplo y su palabra a tantos corazones que desean encontrarte. Cólmalo de salud física y espiritual para que viva a plenitud su entrega de cada día.
Envuélvelo en tu paz y protégelo en sus mortificaciones, sacrificios y ofrendas. Llénalo de tu gracia; que sienta tu cercanía, protección y consuelo a través de la oración confiada de nuestra Comunidad de Jesús que tanto lo ama.
Que Tu luz Señor, siga brillando a través de su ministerio y continúe siendo una fuente donde las almas puedan encontrar y experimentar Tu amor.
Virgen Santísima, madre de la Iglesia y madre nuestra, acoge en tu inmaculado corazón a nuestro querido Padre Roberto, cúbrelo con tu manto y líbralo de todo mal. Amén».
- Meditación
Queridos hermanos: ¿cuál es el mensaje que Jesús nos transmite el día de hoy a través de su Palabra?
«Nuestro Señor Jesucristo dice que el tejido de la antigua Ley se ha gastado por las celotipias judías, se ha adulterado por los sentidos, se ha roto por las divisiones, se ha hecho obsoleto por las acciones impuras. Ahora el vestido es el paño nuevo del Evangelio. Pero acércate al paño, no a la parte de la desunión, sino al principio de la confección. Lo primero es que la tela del vestido real de Cristo se ha tejido con lana, con la lana de un cordero, “¡el cordero que quitó los pecados del mundo!”. Y se tejía un vestido regio, que la sangre de su pasión tiñó de púrpura refulgente» (San Pedro Crisólogo).
En la actualidad ocurre una situación similar a la que narra el pasaje evangélico; las personas que se aferran a los esquemas mentales y espirituales del mundo tienen muchas dificultades para incorporar a Nuestro Señor Jesucristo en sus vidas. La búsqueda del éxito económico, de los honores humanos, del culto a la persona, la acumulación de bienes materiales, así como el seguimiento de ideologías materialistas y antinaturales, son algunas de las conductas y esquemas que promueve el mundo y que son contrarias a las enseñanzas de Jesús.
El seguimiento a Nuestro Señor Jesucristo requiere dejar de lado las construcciones mundanas, precisa de una renovación total de la persona, la que puede lograrse con oración, disposición y por la gracia de Dios. Por lo tanto, la Buena Nueva debe ser recibida e interiorizada después de una renovación total de la persona para que, así, se pueda conservar, tanto el alma de la persona, como la novedad divina.
También Jesús nos pide que seamos seguidores alegres, solidarios y portadores de su paz. Por ello es importante recordar que el ayuno, en la tradición antigua, es una acción penitencial para invocar la presencia de Dios en medio de su pueblo. Sin embargo, Jesús no prioriza las acciones externas para invocar su presencia, sino que, en primer lugar, nos pide que manifestemos su presencia en medio de nosotros a través del cumplimiento de los mandamientos del amor cristiano.
Meditando la lectura, respondamos desde lo profundo de nuestro corazón: ¿Cuáles son las conductas y esquemas que nos impiden recibir plenamente la gracia de Dios? Que las respuestas a esta pregunta nos ayuden a ser odres nuevos para recibir, en plenitud, el vino nuevo que es Nuestro Señor Jesucristo, porque encontrar al Señor es dejar lo antiguo para comenzar todo con la novedad de Cristo.
¡Jesús, María y José nos aman!
- Oración
Espíritu Santo: instrúyenos e ilumínanos para que no nos aferremos a esquemas mundanos y podamos vivir siempre en la voluntad de Dios Padre y ser portadores del amor, de la paz y de la misericordia de Nuestro Señor Jesucristo.
Santísima Trinidad, te rogamos que la novedad del Evangelio sea aceptada por toda la humanidad, y que todos seamos renovados en el amor.
Amado Jesús, misericordia infinita, libera a las benditas almas del purgatorio, protege a los agonizantes y llévalos a tu Reino.
Madre Santísima, Madre de Misericordia, intercede ante la Santísima Trinidad por nuestras peticiones. Amén.
- Contemplación y acción
Hermanos: contemplemos a Nuestro Señor Jesucristo con un sermón de San Paciano:
«El pecado de Adán se comunicó a todo el género humano, a todos sus hijos… Es, pues, necesario que también la justicia de Cristo se comunique a todo el género humano; de la misma manera que Adán, por el pecado, hizo perder la vida a su descendencia, así Cristo, por su justicia, dará la vida a sus hijos…
En la plenitud de los tiempos, Cristo recibió de María un alma y nuestra carne. Esta carne, él vino a salvarla, y no la abandonó en la región de los muertos (Sl 15,10), la unió a su espíritu y la hizo suya. Estas son las bodas del Señor, su unión a una sola carne, a fin de que, según «este gran misterio» sean «dos en una sola carne: Cristo y la Iglesia» (Ef 5,31). De estas nupcias nació el pueblo cristiano, y sobre ellas descendió el Espíritu del Señor. Esta siembra venida del cielo se expandieron rápidamente en la substancia de nuestras almas y se mezclaron con ella. No desarrollamos en las entrañas de nuestra Madre y, creciendo en su seno, recibimos la vida en Cristo. Eso es lo que hizo decir al apóstol Pablo: “El primer hombre, Adán, se convirtió en ser vivo; el último Adán, en espíritu que da vida” (1C 15,45)».
Queridos hermanos: reconozcamos que somos amados por Jesús, y pidamos la gracia del Espíritu Santo para romper todos los esquemas mundanos y, así, recibir íntegramente la gracia de Nuestro Dios y no poner resistencia a convertir nuestro corazón a la novedad radical del Evangelio.
¡El amor todo lo puede! Amemos, que el amor glorifica a Dios.
Oración final
Gracias Señor Jesús porque tu Palabra nos conduce por caminos de paz, amor y santidad.
Espíritu Santo ilumínanos para que la Palabra se convierta en acción. Dios glorioso, escucha nuestra oración, bendito seas por los siglos de los siglos.
Madre Santísima intercede ante la Santísima Trinidad por nuestra petición. Amén.