¡Venid, pastores venid!

1. PRESENTACION

Hola amigos, en esta oportunidad, quiero compartir con ustedes algunas recomendaciones de repertorio de música católica que espero les sea de ayuda para organizar sus cantos de acorde al calendario litúrgico y a las celebraciones en las que se requiera la participación del ministerio de música.

2. REFLEXION

Si bien conocemos por la Escritura, las palabras que los ángeles dirigieran a los pastores de Belén para anunciar la llegada del Salvador, la piedad y el imaginario popular no han escatimado esfuerzos por llenar de poesía aquella noche singular, única y misteriosa.

En Lucas 2, 8-14 se nos narra:

Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño.
Se les presentó el Angel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor.
El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo:
os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor;
y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
«Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.»

Y es que la Navidad suele despertar en el corazón humano los más variados sentimientos y emociones, y que van de la mano con la vida particular de cada hombre. El infante comprende muy poco aunque barrunta algo especial y bueno. El hombre y la mujer de fe, encuentran una oportunidad más para abrazarse a la esperanza de un Dios hecho niño que viene a bendecir, a sanar, a consolar…

La alegría por que sabemos que tenemos un Dios cercano y dialogante. La felicidad de ver felices a los demás. También la tristeza por los que ya no están presentes físicamente con nosotros y que recordamos en aquellos momentos de gozo compartido.

Pero vayamos al anuncio del Ángel del Señor. No hay nada que temer, por el contrario el anuncio es de alegría y salvación. Y no está basada en la fuerza, sino más bien en la debilidad de un niño recién nacido, envuelto en pañales y en la austeridad sorprendente de un pesebre. Luego un ejército de ángeles que dan gloria a Dios y anuncian su paz.

Es más que significativo que la alegría de la buena nueva del recién nacido en la pobreza sea también compartida con los más sencillos y humildes de Israel: los pastores. Tal vez una actitud de temor humilde y confiado pueda ayudarnos a abrir el corazón para recibir con alegría el anuncio de los ángeles y preparar lo mejor que tenemos para hospedar al Señor en nuestro corazón.

Hoy quiero compartir con ustedes el villancico «Venid pastores, venid» del compositor argentino Juan Francisco Giacobbe

3.TEXTO