«Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino nuevo reventará los odres y se derramará, y los odres se estropearán. A vino nuevo, odres nuevos» Lc 5,37-38.

«No temas, desde ahora serás pescador de hombres» Lc 5,10.

«El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas» Mt 13,31-32.

«Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz» Lc 1,78-79.

«Es necesario que proclame el Reino de Dios también en los otros pueblos, para esto he sido enviado» Lc 4,43.

«Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido» Lc 14, 11.

«Muy bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra al banquete de tu Señor» Mt 25,21.

«Estén preparados, porque no saben el día ni la hora» Mt 25,13.

«Por eso, estén también ustedes preparados, porque a la hora que menos piensen, vendrá el Hijo del hombre» Mt 24,44.

«En verdad les digo que ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre» Jn 1,51.